martes, julio 19, 2005

los cipreses

Bajó del colectivo de la misma forma
en que subió: como pudo.
Esos 20 metros de corrida lo mataron.
Las cuadras hasta su casa eran hermosas.

Lo son. Una especie de bosque
iluminado un montón, con grillos
and others insectos que gritan
cuando pasas cerca, y casitas
bajas y lindas, con unas

veredas-no veredas envidiables.

Prendió un cigarrillo para pisar
algún aroma que lo acuse.
Luego de la tercera pitada un
movimiento de sombras tenso su
columna entre los árboles.
"son solo perros" se dijo, y se libero
del alerta.

El primer mordisco no lo sintió.
Pero fue muy efectivo. Casi sin
notarlo se hallaba en el
piso sintiendo como el líquido
caliente ya se le escapaba de las
manos y de la pierna, donde se
logro el ataque.

Antes que los mordiscos vuelvan,
tuvo un instante o eternidad para
para notar el extraño olor de su
sangre. Principalmente denso.
Se pegaba a las fosas nasales,
pero también era dulce y excitante.
Lamentaba que tan dicho
momento, el del olor, se cruzara
justo en este momento, el del ataque.

El segundo ataque fue quizá peor.
Uno se colgó de su tobillo y parecía
empecinado con él, lo mordisqueo y
tironeo por varios minutos
hasta que por fin decidió pasar
a la rodilla, donde se hizo mas fácil.

Básicamente no aceptaría
recibir un tercer ataque. Estaba
a escasos 15 metros de su
casa, correr ya era una opción
de peso. ¿y si esto los alteraba?
¿no seria mejor marchar a paso
lento y con disimulo?


A ese lo vio venir, fue por eso que
pudo ganarle de mano y
morderlo él a él. El atacante no
entendía que pasaba ¿cazador cazado?

Se transformo en el momento
ideal. Los primeros tres pasos
fueron con vértigo y temor,
los últimos fueron con picardía
y hasta risa.

Ni bien abrió el portón que da a
la calle, la perra comenzó a ladrar,
le chisto un par de veces y nada.
Apresurado metió la llave y al abrir
la puerta y verlo, se calló.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo creo que aunque me fume la vida, mi olfato no se va del todo.
Por más que me fume hasta las paredes, siempre hay algun olor.
Por eso no fumo paredes, ni vida. Fumo Camel. De diez. Olor a camello huelo despues. Que para mi es un olor transparente, porque nunca olí un camello. Pero a veces la mierda de perro se huele antes de ver al perro cara a cara. No me refiero a un perro con dos caras, no necesariamente, me refiero a mi cara frente a sus dientes. Y algo parecido con la muerte.